Cristóbal Farriol*
Yo se que hay una trampa en cada sueño
Que la esperanza es un castigo más
Alejandro Dolina
Fragmento de la canción “Distancia”
En Chile, como en otros lares, la extrema derecha tiene posibilidades de llegar a la Presidencia de la República. Tras las elecciones del 21 de noviembre, Gabriel Boric y José Antonio Kast pasarán al ballotage este 19 de diciembre. Kast, abierto admirador de Bolsonaro, Trump, y apólogo de Augusto Pinochet, obtuvo el 27,9% de los votos, con un 25,83% para Boric 1, quien representa una izquierda muy centrista para el sector comunista, muy izquierdista para el centro.
¿En qué el caso chileno puede llamar la atención? En el hecho de que estos resultados fueron vivenciados como algo perfectamente inesperado.
Esto, pues el contexto de los últimos dos años hizo pensar a una tabla rasa de la herencia pinochetista de la Constitución de 1980, vigente hasta el día de hoy. El 18 de octubre del 2019, en el llamado estallido social, un explosivo descontento de la sociedad civil solo pudo calmarse con un congreso que accedió a una de sus demandas principales: la redacción de una nueva constitución. Esto fue aprobado tras un referéndum con un 78,28% de votos. Su redacción fue confiada a una Convención Constituyente (en adelante CC) compuesta de miembros (llamados «convencionales») elegidos por sufragio universal, accediendo la derecha a ínfimos 16 escaños de un total de 155.
Con semejantes resultados, todos los análisis hacían pensar que en las elecciones parlamentarias y presidenciales que le seguirían, la derecha quedaría imposibilitada de ejercer cualquier influencia. Pero sabemos que si Dios existiera, este sería irónico, no solo porque la derecha obtuvo muchísimos más votos de lo esperado, sino porque se trata de una derecha declarada pinochetista, la misma que en el referéndum rechazó la CC.
¿Pero es realmente todo esto una sorpresa?
Diversos análisis, todos orientados por la sociología, muestran cómo ese 78,28% que había aprobado la CC no era, como podía creerse, necesariamente de izquierda. Aún más, otros análisis consideran obsoleto pensar las elecciones bajo las coordenadas de izquierda-derecha. Pues lo que habría sido más decisivo es el menosprecio de las grandes urbes, en buena parte simpatizantes del movimiento woke, para con los rurales, por definición conservadores y sujetos a las tradiciones2. Esto habría sido fuertemente explotado por Kast, con fuertes porcentajes en las zonas agrarias, ahí donde Boric fue mayoría en las grandes ciudades, en un esquema similar al de las elecciones estadounidenses del 20173.
Pero más allá del eje imaginario, con sus variantes izquierda-derecha o urbano-rural, está el eje del discurso. Tras el triunfo de la CC, compuesta casi por completo por el antipinochetismo, ciertos enunciados pudieron hacernos adivinar el peligro que hoy es inminente. Desde luego, la CC tiene el valor histórico de redactar una nueva Constitución, verdadera estructura de ficción para un nuevo montaje del circuito pulsional de una república hasta ahora marcada por la ficción de la constitución de Pinochet. Pero la pulsión de muerte encuentra rápidamente su camino, y el imaginario ahí está para disimularlo mejor. Es así como en ese contexto de refundación, por cierto necesario, el significante “esperanza” fue enunciado en un gran número de ocasiones. El lector puede hacer la búsqueda de artículos y crónicas publicadas durante ese período que lo atestiguan. Esperanza de cambios hasta entonces impedidos por una derecha ya reducida a un mínimo, al punto que llegó a creerse en algunos sectores que la nueva constitución estaba ya ganada desde el vamos. El mañana parecía cantar. Y fue al poco tiempo de esos vientos de esperanza que ciertos miembros de la CC de la derecha fueron agredidos en la vía pública. Y fue la oportunidad de un convencional adversario para declarar: “Me parece que es condenable. Lo que sí, me parece maravilloso… no, no me parece maravilloso, me parece conveniente, que ellos ahora también sufran un poquito lo que los chilenos hemos sufrido desde el estallido social (…) que ellos le tomen un poquito el gustito no me parece tan malo” 4. Declaración desafortunada, condenada por sus pares del mismo sector. Pero lo dicho hace acto, y como tal, es irreversible. Y tras ese fervor donde la herencia pinochetista parecía reducida a una minoría desvalida, he ahí la irónica sorpresa de un Kast que tan solo pocos meses antes no parecía tener posibilidades serias de pasar a segunda vuelta.
“No debería haber sido tan optimista”5 declaró Ariel Dorfman, autor de la obra La muerte y la doncella. Sin embargo, este escenario no habría sorprendido a un Pasolini, quien pudo decir que “la esperanza es una cosa horrible”6. Semejante fórmula tampoco habría choqueado a un Jacques Lacan: “Sepa solamente que he visto varias veces a la esperanza –lo que llaman los mañanas que cantan– llevar a gente que apreciaba tanto como lo aprecio a usted al suicidio muy simplemente”7.
Horrible para Pasolini, la esperanza es lo que nos lleva a lo peor para Lacan, esto es, su definición del suicidio como “el único acto que puede tener éxito sin fracaso”7. El caso chileno es un ejemplo de ello. Esto nos enseña una vez más que ante los entusiastas de la esperanza, más vale el trabajador aplicado que, pese a todo, no abandona. Fernando Atria, profesor de derecho en la Universidad de Chile y miembro de la CC, da cuenta de lo que puede llamarse una conciencia trágica, si bien impopular, necesaria. Cuando se le pregunta si sigue esperanzado con el proceso constituyente, este precisa “Yo no soy pesimista”, pero “no se puede asumir, como yo creo que había muchos que lo asumían después del plebiscito de octubre y después de los resultados de mayo, que el proceso constituyente tiene su éxito garantizado.”8. Considera que esta alza relámpago de la extrema derecha debería corregir ese espíritu. Trabajar considerando con realidad la posibilidad necesaria de que la CC podría fracasar, daría mejores condiciones para el proceso constituyente, según Atria.
El caso chileno ilustra, como en un caso clínico, las trampas en cada sueño y esperanza, como lo diría Dolina. Pues Pasolini y Lacan no son los únicos que nos lo recuerdan, pero nuestra tendencia estructural a no querer saber nada al respecto nos inclina al olvido de ese real. En estos tiempos de completitud, no queda mucho más que el discurso analítico para desplazar esa pasión por la ignorancia, hacia un saber-hacer con lo imposible. La postura de Atria muestra ese saber-hacer en acto, pues tal como lo indica, se trata de un trabajo sin garantías. Así, el caso chileno nos enseña que, por más impopular que esto sea, no es a excluir el pensar seriamente en una forma de hacer política que no haga ningún llamado a los mañanas que cantan. Freud tal vez le habría llamado El porvenir de una desilusión.
*Psicoanalista. Participante en la Sección Clínica de Île de France.
Fotografía seleccionada por el editor del blog.
(1) SERVEL https://www.servelelecciones.cl/ (accessed 2021 -12 -09).
(2) Columna de Daniel Matamala: La zanja https://www.latercera.com/opinion/noticia/columna-de-daniel-matamala-la-zanja/KMD677AIWJH3XF6GSQ5BQ37HVQ/ (accessed 2021 -12 -08).
(3) Mostrador, E. Sobre ciudadanías rurales y Kast https://www.elmostrador.cl/noticias/opinion/columnas/2021/11/24/sobre-ciudadanias-rurales-y-kast/ (accessed 2021 -12 -10).
(4) CNN Chile. Baradit y Agresiones a Constituyentes RN: “Me Parece Conveniente Que Sufran Lo Que Hemos Sufrido”; https://www.youtube.com/watch?v=MTaCXr5pOCo; 2021.
(5) Mostrador, E. Ariel Dorfman: «Chile tiene un problema existencial. La ausencia de una derecha democrática ha producido un gran vacío de significado» https://www.elmostrador.cl/noticias/pais/2021/12/03/ariel-dorfman-chile-tiene-un-problema-existencial-la-ausencia-de-una-derecha-democratica-ha-producido-un-gran-vacio-de-significado/ (accessed 2021 -12 -10).
(6) Bertolucci, G.; Merli, F.; Pasolini, P. P.; Crew, S. C. & Pasolini Prossimo Nostro; Ripley’s Film, 2006.
(7) Lacan, J. Televisión. In Otros escritos; Paidos: Buenos Aires, 1974; pp 535–572.
(8) Atria: “No creo que el resultado del domingo implique que ya no podemos pensar en una nueva Constitución que sea transformadora” https://www.theclinic.cl/2021/11/25/fernando-atria-no-creo-que-el-resultado-del-domingo-implique-que-ya-no-podemos-pensar-en-una-nueva-constitucion-que-sea-transformadora/ (accessed 2021 -12 -10).