Marina Veneka*
Julie es un avatar que substituye a la mente y transmite mensajes para que dos sujetos puedan comunicarse. Este es el programa que usa el hombre para establecer contacto con una mujer. El avatar habla con una voz computarizada, diciendo que será transmitida cualquier palabra y pensamiento de la mujer que está en el otro lado del ordenador. Como espectadores, solo podemos ver la figura del avatar y escuchar lo que dice.
Se inicia la sesión. La mujer que está al otro lado de la pantalla plantea las típicas preguntas de una conversación, y se queja de que ha pasado los últimos dos meses sola, asumiendo que el hombre estuvo en esa misma situación. Ella expresa emociones y pensamientos, manifestando que, justo en ese momento, siente una experiencia inquietante, como si ella fuese un alien.
Durante el confinamiento, ella buscaba el saber a través de varios tutoriales, conferencias científicas, mientras que la música le resultaba algo abstracto porque no lograba hacerla concentrarse. En casa, arreglaba cosas varias, admitiendo que eso no era más que una manera, un ritual para sentir que tenía la situación bajo control.
La mujer explica dos conversaciones con una de sus amigas, y las preocupaciones que de ahí le surgen dan pie a más interrogantes. El avatar, cuando hace presentes pensamientos y sentimientos del lado femenino, mueve los ojos y la boca mientras habla, haciendo como si estuviera leyendo algo que está escrito, considerando que, del lado del silencio masculino, el hombre no logra hacerlo.
Se escucha una canción y, a través de Julie, la mujer proporciona información sobre los derechos de autor de los años cincuenta (1), con un silencio posterior que resulta insoportable para ella. El avatar es lenguaje y este es el problema para la mujer. El avatar le recuerda al lenguaje coreográfico: es una convención y, por tanto, tiene límites. Por el otro lado, sin embargo, la danza necesita de los cuerpos. Anuncia entonces que va a escucharse una música hardcore, y que si, de este modo, el avatar pretende ser escuchado, deberá hablar más alto.
Sigue una escena sin la sucesión de los S1-S2. Finalmente, Julie anuncia que la mujer se ha ido y, más tarde, escuchamos la frase: No hay nadie, aquí. Las dos canciones escuchadas son las siguientes: “I’llbe home eventually” y “I only have eyes for you”, dos expresiones con las que describir no solo la era de la distancia social, sino también la era de la pulsión de la mirada. Observamos la perspectiva subjetiva de la artista, Katerina Andreou (2), cuyo arte facilita la comunicación de dos seres hablantes a través de la tecnología digital, con el uso de una figura intermedia y no únicamente la pantalla negra de una sala de chat.
Miquel Bassols (3) sostiene que el significante siniestro fue descrito por Lacan como un lugar tan lejano y cercano a la vez, tan íntimo y extranjero a la vez, tan desconocido y exterior para cada uno en la misma medida que es tan interior e íntimo (4), a partir del neologismo extimidad. Distinguiendo la distancia social del acercamiento subjetivo, Bassols se refiere a una experiencia de lenguaje que es también una experiencia de confinamiento inducido por el poder de las palabras (5), y la ideología del control social que se funda en la reducción del sujeto de la palabra y del goce a su cuerpo, o mejor dicho incluso, a su reducción a un organismo (6).
En la presentación del artista se observa la distancia social sin el goce de los dos cuerpos, esto es la distancia entre dos seres hablantes, cada uno de los cuales tiene un cuerpo y, por consiguiente, un plus de goce. Así, ellos pueden gozar mientras hablan, pero uno no puede gozar de las partes del cuerpo del Otro. ¿Podríamos decir que el artista intenta poner el foco en la aproximación subjetiva de la mujer que tiene un cuerpo, y habla a través de Julie?
Lacan enfatiza que lo que vuelve único al cuerpo de LOM es que hay siempre eventos dejando huellas (7). LOM o L’homme es definido por Lacan como este hombre de aquí, el que tiene uno y un único cuerpo. Las palabras dan forma a los afectos en cada cuerpo, una perspectiva evidente en nuestro ejemplo cuando la mujer habla acerca de asuntos que le conciernen a ella y a su existencia substancial.
Durante el confinamiento, ella se ocupaba de las prácticas manuales relacionadas con el movimiento de su cuerpo. Podemos suponer que, cuando escuchamos de Julie que la mujer se pone sus bambas antes de que empiece la música intensa, ella hace entrar su cuerpo en el movimiento por medio de la danza. La artista se expresa por medio de esta mujer imaginaria, dado que ella misma es compositora y coreógrafa. Este es el escabel que determina que ella vive algo del ser en la medida en que ella tiene un cuerpo, todavía más, si cabe, cuando su profesión tiene que ver con el cuerpo.
Ella produce arte a través de su cuerpo.
*Psicoanalista.
Traducción: Iván Ruiz.
Notas
1 The Flamingos band: https://www.discogs.com/artist/264817-The-Flamingos
2 https://katerinaandreou.com/
3 “Social Distance and Subjective Approximation”, Miquel Bassols, in: SCRIOBH – ISSUE 8 – JUNE 2020: http://iclo-nls.org/?page_id=3518
4 Ibid, pgs 5-6
5 Ibid, pg. 8
6 Ibid, pg. 11
7 Lacanian Biology, Chapter V, “Psychogios” Publications