Intercambio epistolar entre Zadig España y el grupo psicoanalítico israelí (Giep), miembro de la New Lacanian School

CARTA DE ZADIG ESPAÑA

3 de mayo de 2024

 A la atención del Giep-NLS

 Estimados colegas del Bureau y demás miembros del Giep-NLS.

 Los abajo firmantes, miembros de la AMP y de la ELP que conformamos el núcleo de Zadig España, nos dirigimos a vosotros que estáis en el foco del conflicto, con el fin de manifestaros nuestra enorme preocupación por la guerra que se está desarrollando entre Israel y Hamas. El crimen del 7 de octubre nos conmovió por su brutalidad sobre civiles israelíes, de los cuales numerosísimos jóvenes que participaban de un festival de música. 1200 personas fueron asesinadas y 250 secuestradas por Hamas, lo cual por su gran número aumentó el espanto. La respuesta de Israel, como era de suponer, fue implacable con el fin de terminar de una vez y para siempre con la posibilidad de futuros atentados. Sin embargo, dicha respuesta después de más de seis meses ha costado la vida de 34000 gazatíes, entre los cuales hay 15000 niños, y la guerra continúa. ¿Va a terminar esta guerra con la organización Hamas? Hay muchos que lo dudan y piensan que solo va a servir para alimentar el odio de las generaciones que vienen en una espiral sin fin.

A su vez, nos preguntamos cómo es para vosotros psicoanalistas vivir en un estado de guerra permanente desde hace muchísimos años, cómo es ejercer el psicoanálisis en estas condiciones, cómo soportan la militarización cotidiana, el miedo a los atentados y a los misiles; cómo es posible vivir y trabajar sabiendo del odio y la voluntad de exterminio de gran parte del mundo árabe. ¿Piensan que este conflicto tiene alguna posibilidad de arreglo que no sea una guerra eterna o el exterminio del Otro?

Pensamos que la pulsión de muerte ha tomado la delantera a cualquier movimiento de vida y que el odio habita en todas las partes de este conflicto. Por eso nos dirigimos a vosotros colegas psicoanalistas israelíes con la idea de poder iniciar un diálogo en el Campo Freudiano donde no solo leamos e interpretemos lo que sucede, sino que pensemos si el psicoanálisis tiene algo para decir y hacer en este momento del mundo y en la guerra que está sucediendo: interrogarnos sobre la pertinencia de una acción lacaniana sobre la pulsión de muerte. Jacques-Alain Miller lo plantea muy claro cuando se interroga sobre la exclusiva posición de extimidad del analista, lo que provoca un apartamiento del psicoanálisis de la sociedad: “(…) la cuestión que se plantea es saber qué es lo que, al lado del acto psicoanalítico -tal como fue definido por Lacan- puede situarse como acción psicoanalítica o incluso como acción lacaniana -me atrevo a decirlo- para dar a ese acto psicoanalítico las consecuencias que puede tener en la sociedad” (“Un esfuerzo de poesía”, p.171)

Hasta ahora el Campo Freudiano se ha mantenido mayormente silencioso sin entrar en debates ideológicos que no servirían más que para introducir la pulsión de muerte dentro de él mismo. El psicoanálisis toma partido por la democracia y la libertad de expresión -lo habita un deseo decidido de democracia- y busca incidir en la política mediante las interpretaciones que pueda hacer para acercarlas al amplio campo político social con el fin de iluminar lo que en la subjetividad y en la política actúa en la sombra dirigiendo la vida de las personas: un goce mortífero y sin freno, hoy abonado por la forma neoliberal del discurso capitalista. Es una gran responsabilidad que los psicoanalistas no debemos ignorar, más en un momento donde las democracias peligran seriamente ante el auge de la ultraderecha mundial, tal como sucede en vuestro país y, desgraciadamente, en tantos otros como, por ej., el nuestro.

Pensamos que la posibilidad de una paz duradera pasa por poder aceptar ciertos límites que son esenciales. Los palestinos tienen que aceptar sin ambages la existencia del Estado de Israel y renunciar a echar a los judíos. Israel debe aceptar que los palestinos tienen derecho a una tierra cuya demarcación ya fue fijada por la ONU y, a su vez, a la existencia de un Estado palestino. Dos Estados limítrofes, tal como defienden en este momento las principales organizaciones internacionales. Nada sencillo, pero es la salida más lógica. 

¿Qué podemos hacer los psicoanalistas para empujar en esta dirección y ayudar a frenar la guerra? ¿Qué podría hacer el Campo Freudiano? El motivo de nuestra carta, tal como dijimos, es fundamentalmente poder pensar y dialogar sobre el conflicto y valorar la posibilidad de una acción lacaniana. La tarea no es sencilla, pero la causa lo merece.

 Los saludamos con afecto y esperamos que se encuentren bien.

 Joaquín Caretti (coordinador de Zadig España), Dolores Castrillo, Mari Cruz Fernández, Rosa López, Mariam Martín, Josep María Panés y Oscar Strada.

 ZADIG ESPAÑA

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RESPUESTA DEL GIEP-NLS

6 de mayo 2024

Estimados colegas. Zadig España

Recibimos con emoción su carta sobre la guerra que hemos experimentado desde el 7 de octubre. Gracias por su preocupación y por pensar en nosotros en estos difíciles días de guerra, una guerra cuyo alcance no ha tenido precedentes en la historia de ambos pueblos, el israelí y el palestino.

Como probablemente entenderán, nos hallamos ante el desafío de manejar esta situación, que afecta a casi todos los que vivimos en este área, incluyendo a los miembros de nuestra comunidad.

En la presente situación, junto con la responsabilidad de todos y cada uno en lo que respecta al modo de tratar y soportar esta situación de forma personal, hay también un esfuerzo de nuestra comunidad por crear espacios de discusión, tanto como las condiciones lo permiten, en lo referido al trabajo clínico hoy debido a los sucesos, y también para leer la actual situación y examinar las posibles contribuciones  y respuestas derivadas de la relación con la orientación psicoanalítica.

Lamentablemente, como suponemos comprenderán, nos hallamos en una situación en la que ambos pueblos -israelíes y palestinos- estamos atrapados por agentes de un discurso mesiánico, que buscan e intentan poner en primer plano “la redención de los días finales” tan pronto como sea posible. Sin embargo, para nuestra alegría, voces valerosas están trabajando contra las tendencias hacia la destrucción y la ruina, no han abandonado nuestra área, y continúan alzándose en contra de la continuación de la guerra con el objetivo de hallar una salida de este laberinto en el que estamos cautivos. Esperemos que ambos pueblos, israelíes y palestinos, serán capaces de librarse de esta tenaza de la pulsión de muerte y adoptar la dirección que ustedes proponen como una ruta de escape de la actual situación, mediante el profundo y necesario reconocimiento recíproco, en presencia, y con el derecho muto de existir.

Con amistad y aprecio,

Miembros del Comité GIEP

Khalil Sbeit, Tammy Weil, Hamutal Shapira, Noa Geffen, Gina Bauman, Omri Ofek – Luzon, Meirav Kupershmidt

 

 

 

 

3 respuestas a “Intercambio epistolar entre Zadig España y el grupo psicoanalítico israelí (Giep), miembro de la New Lacanian School

  1. Lamentablemente es un genocidio, me parece bien que se interceda pero ya se sabe la historia de como durante 75 años los palestinos fueron expulsados y asesinados, no se puede negar la historia.

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    1. A mi me cuesta ponerme del lado palestino, porque viven y alientan la confrontación y no la negociación, desde 1947.

      Cuando y cómo se puede parar esto? Con política, una política en donde se cambie el nombre de Israel por Palestina, con Jerusalén como capital, y dos nacionalidades/ religiones (árabes y judios), (palestinos, israelitas), ( israelitas, ciudadanos palestinos) ( israelitas, ciudadanos no israelitas).

      En donde la composición del gobierno será bicameral, y tendrá en cuenta la división territorial, no como tal, sino como la existencia de esas dos nacionealidades, que componen Palestina, dándole a los israelitas/judios un tanto por ciento mayor en su representación bicameral, y la presidencia, con dos vicepresidentes, uno israelita y otro palestino, elegidos eleccion directa del pueblo.

      La participación en el poder judicial de los no israelitas, sería en gran medida con esa misma ventaja de representación para los israelitas.

      Y la participación de los no israelitas en el poder militar sería económico, al menos durante varias generaciones.

      A grandes rasgos podría ser así.

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