José Luis Chacón*
El fin del orden patriarcal o la declinación del Nombre del padre, en el lenguaje analítico, no es nuevo. Pero toda novedad no implica necesariamente mejoría. Menos aún si asistimos a un cambio de época. Estamos advertidos desde los “poetas malditos” de que los tiempos modernos[1], a pesar de las buenas intenciones, suelen traer nuevas formas del discurso del amo. Es lo que Lacan nombrara a partir de mayo de 1968: nada garantiza que el porvenir es mejor en la alianza de la política y la tecnociencia provocando “fantasmas inéditos[2]”. De hecho, a propósito de la repetición y la política, decía: “No hay progreso. Lo que se gana de un lado se pierde del otro. Como no sabemos lo que perdimos, creemos que ganamos”[3].
La política es lo imposible puesto que no puede conquistar una identidad que la disuelva plenamente. Es una de las profesiones insostenibles junto a la educación o el propio psicoanálisis. Una de las definiciones de inconsciente es taxativa: “el inconsciente es la política[4]” y más tarde, “el inconsciente es el discurso del amo” con lo que se podría despejar: “el psicoanálisis es el reverso de la política[5]”.
La sociedad es un concepto dudoso en psicoanálisis. Es más pertinente, quizás, el término “lazo social” para referirse al sujeto político haciendo estallar así la unidad ilusoria de la sociedad. El lazo social, que establece siempre una relación de dominio, permite a Lacan establecer cuatro discursos, a los que en algún momento puntual añadiría el del capitalismo como variante contemporánea del discurso del amo. El psicoanálisis es su reverso e implica que ambos están tejidos con las mismas mimbres. Este hecho por sí solo bastaría para que el psicoanálisis no pueda situarse ajeno a la política. Más aún si, en su lazo social, deba “responder a los impasses de la civilización actual”, como viene siendo desde El malestar en la cultura (1930). No es posible pensar que el psicoanálisis pueda ser ajeno a ese discurso y menos aún que pueda ser algo revolucionario en el sentido político que sería “a peor” como sucedió tras mayo del 68. Pero sí que pueda subvertirlo, en el sentido de que provoque la caída de los ideales: mientras el amo universaliza y masifica, el psicoanálisis permite, a uno por uno, la lectura del inconsciente del que cada sujeto es producto. Y no hay clínica del Uno sin el Otro.
El discurso del amo, el orden patriarcal, sostenido por el nombre del padre en declive, deriva en la actualidad, en el discurso capitalista, en el deseo obturado como lo está el amor. En su lugar el discurso del capitalismo propone un imperativo de goce continuo, un superyó insaciable y una condena a la insatisfacción por la metonimia de los objetos y la exigencia de la felicidad sin alternativa. Es el tiempo de los amores líquidos como propugna Z. Bauman a comienzos del siglo XXI: si todo adquiere la forma del consumo, el amor perpetuo se presenta a veces como una exigencia pudiendo derivar en erotomanía. Es una de las diversas formas actuales de amor adolescente que no admiten, al fin, una deflación del deseo. El amor, así, puede considerarse una categoría política.
El amor, ¡como no!, está muy presente en toda la enseñanza de Lacan como lo estaba en la obra de Freud. No en vano la sesión analítica está basada en el amor…de transferencia. De hecho, “lo único que hacemos en el discurso analítico es hablar de amor”[6]. Un amor que, a diferencia del narcisista, hace mediación entre los “unos” solos, un amor que remite al goce.
El amor es signo de que se cambia de discurso y en el del psicoanálisis se propugna un nuevo amor que permita un viraje hacia lo real del goce en la clínica. ¿Puede el amor ser el motor de la subversión del discurso del amo o del capitalismo actual? Es posible si se denuncia, se resiste, se opone, al intento
-siempre fallido en parte- del control del amor por las leyes del mercado que regulan el goce. El nuevo amor que posibilita el psicoanálisis, y puede pensarse como una categoría política, es un amor advertido de la falta que lo causa. Así, frente a lo real, el amor es impotente como lo es el lenguaje. Pero si es impotente también es necesario para orientarnos hacía lo real, hacia una identidad de goce más allá del amor.
El amor, que es por azar, se dirige al semblante y varía de discurso. El del psicoanálisis permite ese cambio con la proposición de un nuevo amor como reconocimiento del inconsciente, como entidad política que subvierte ese supermercado del amor en el que se ha convertido el empuje al goce actual. Lacan ya lo señalaba al hablar de los objetos letosas y, sobre todo, los “fantasmas inéditos” que nos traería el nuevo amo, el Otro que no existe.
En 2017 se constituyó la red ZADIG (Zero Abjection Democratic International Group) en diferentes países del mundo para la “extensión del psicoanálisis en el campo de la política” con el fin de crear opinión, influir y subvertir la política de las identificaciones por una verdadera política del síntoma en la que lo real de la vida sea el eje, en la que el nuevo amor como cambio de discurso, esté presente en la contemporaneidad. La lógica del discurso analítico, ajena al sentido común, puede descubrir los entresijos y axiomas del debate público propiciando un nuevo aporte, diferente y necesario al aislar al significante, como causa del sujeto político.
En mayo de 2021 Jacques-Alain Miller ha presentado, junto a otros colegas de España y después de cuatro años de silencio, el volumen Polémica política[7] que, dirigido por Andrés Borderías, recopila documentos y textos que animaron el debate entre marzo y junio de 2017. En ese acto se abrieron diferentes interrogantes y debates, guerras políticas que el Campo Freudiano debe librar ante la glotonería del superyó[8], ante nuevos malestares de la civilización.
*Psicoanalista. Miembro de la AMP (ELP)
Fotografía seleccionada por el editor del blog.
[1] Jacques-Alain Miller: Un esfuerzo de poesía (2002-2003). Paidós (2014)
[2] J Lacan: Televisión:(1974) Otros Escritos. Paidós (2012)
[3] J. Lacan: “Massachusetts Institute of technology” (1975). En: “Conférences et entretiens dans des Universités nord-américaines”. Scilicet
[4] J. Lacan. Seminario XIV La lógica del fantasma Mayo 1967 SCRIBD
[5] Jacques-Alain Miller: Un esfuerzo de poesía (2002-2003) Paidós (2014)
[6] J. Lacan Seminario XX Aún (1972-1973) Paidós
[7] Jacques-Alain Miller Polémica política. Textos recopilados por Andrés Borderías. Gredos 2021
[8] J. Lacan: Televisión (1974) Otros Escritos. Paidós (2012)