CORONAVIRUS: «Consideraciones intempestivas de un Cuerpo Expropiado» (1)

Consideraciones intempestivas de un Cuerpo Expropiado (1)

 

José Ángel Rodríguez Rivas*

 

El cuerpo, decían Nancy y Derrida solo puede ser descrito. Solo se puede escribir de él, como el mismo lo hace: de modo fragmentario, contingente, parcial, en ocasiones petulante y otras soberbio.  No en vano Lacan decía que la «angustia es la sensación de verse reducido a un cuerpo».

Vivimos una situación inédita e inaudita en la historia acontecida (y todo un laboratorio a muchos, demasiados, niveles) de la Humanidad: no moverse, no abrazar, no tocar, guardar la distancia, no tocarse: tu cuerpo no es tuyo…y tu confinamiento es imprescindible para todxs.  Así, el espacio se acorta y la vivencia cine y cenestésica se modifican. Y el tiempo: ah! ese tiempo! … se alarga y deforma, cambian los rituales cotidianos y nuestras mínimas escansiones que regulan el día a día, se trastocan.

A rebufo ya se van presentando sus efectos subjetivos: vivencias de despersonalización, desrealización, miedo, perplejidad, ansiedad, toses y carraspeos psicógenos e idiopáticos, angustia, crisis de pánico, hipocondría, incluso hasta el grado delirante, obsesiones, escrúpulos… todo eso, sin contar los efectos paradójicos provocados: no hay como no querer toser para sentir un impulso irreprimible de hacerlo, no hay como no poder salir para sentir que la fobia del encierro te oprime, no hay como no poder tocarse la cara para no poder evitar hacerlo, no hay como estar tozudamente informado para estar más alarmado etc.

Una paciente contaba: «esto es una prueba para la convivencia» hablando de lo social cuando en realidad se refería a sí misma… consigo-misma. Uno, cuenta las virtudes del teletrabajo, otro, que esto mismo le obliga a estar todo el día esclavizado delante de la pantalla: no hay peor superyo que el que no está presente.

 Intenso fin de semana de debate con los colegxs acerca de qué hacer. Algunos, apenas se sienten aludidos, otros confían en lo provisional de la situación, o buscan recetas «científicas»…y una mayoría, deciden seguir trabajando. Pregunto a mi amigo Ángel, médico de familia de barrio desde hace más tres décadas, sabio como el solo, si va a continuar: «Creo que es mi deber», responde tajante. Otra colega, cuando trato de comentar en abierto la situación, responde que «vaya ánimos le estoy dando»…

Los profesionales del cuerpo y el inconsciente (psicoanalistas, psicomotricistas…), no todxs, nos sentimos muy concernidos ante esta tesitura.

Como clínico practicante, declaro que:  «las urgencias subjetivas son un problemas sanitario de primer orden».

Servidor mismo, conduciendo, hace un lapsus visual casi premonitorio al ver, fulgurante, en un cartel luminoso de tráfico «(V)elovida(d). Sí, …sostener y animar a la vida…o dejarla entregada a la pura pulsión de muerte…

La casuística en esto también resulta muy variada: sujetos que prefieren ser atendidos por teléfono, otros que no encuentran intimidad alguna en casa y ruegan hacerlo presencialmente; otros muchos, abrumados, abandonan las sesiones hasta tiempos mejores, incluso, hay alguien que prefiere no hablar por temor a ser contaminado…

Mas que nunca, los afectos piden encontrar su vínculo:  cuando el cuerpo tiene que estarse quieto este es tiempo de «mover la mirada y la voz» (que sería de estos días sin los millones de wasaps circulando…). Acompañar a trazar, anudar y contornear algo del vacío estructural de cada quien; que cada unx pueda encontrar su modalidad escritural con la que sintomatizar lo excesivo de su goce, sabiendo hacer con lo contingente.

Resumidas cuentas, le toca a cada unx inventarse algo que le sirva… de otra manera, con el Otro. Algunos, quizás, les venga bien escribir…otros pintar, bailar, leer, cocinar, otros moverse, estirarse, modelar…hablar, callarse, cantar… depende…

 «Mas allá de las emociones, algo del cuerpo siempre pide ser leído desde otro lado…»

 

*Psicoanalista de la AMP (ELP)

 

Fotografía seleccionada por el editor del  blog.

 

Una respuesta a “CORONAVIRUS: «Consideraciones intempestivas de un Cuerpo Expropiado» (1)

  1. “Tu cuerpo no es tuyo”. En realidad, tampoco es de nadie, porque tu cuerpo es un vector del maligno y nadie quiere que se le acerque. Es el potencial cuerpo endemoniado, contagiado y contagioso.
    No sólo tu cuerpo no es tuyo; es también tu enemigo. Ha de mantenerse la debida e imposible distancia con él. La masturbación pecaminosa excede ya a los órganos genitales para incluir la propia cara.
    Acabo de recibir ahora mismo la noticia de alguien que morirá próximamente; hoy, mañana… en Madrid. Por Covid-19 (nadie pensaría en esa nombre de muerte hace tres meses). Sin ingreso en UCIs porque están colapsadas. En algún pasillo de algún hospital normal o de campaña. ¿Se habrán planteado si ese cuerpo tenía más o menos “valor social”? Es posible. El destino probable de ese cuerpo de nadie, como cadáver, será probablemente el Palacio de Hielo.
    Fue un cuerpo que recibió caricias maternas, besos y abrazos de una mujer y de hijos, pero ahora esas muestras de cariño le estarán vedadas incluso como cadáver.
    La información a familiares será telemática o facilitada por alguien que oculta su propio cuerpo con un EPI. ¿Seguirá habiendo ahí eso tan cristiano y reconfortante para el alma como la unción de enfermos? ¿O será telemática o simplemente ausente?.
    Hemos retornado, en medio de tanto estúpido cientificismo salvífico, al horror del siglo XIV. Se acabaron las preocupaciones por cambios climáticos y biodiversidades. Cualquier virus puede «salvar» el planeta… de nosotros.
    Un abrazo

    Javier Peteiro

    Me gusta

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s