30 de noviembre de 2023, Biblioteca de Andalucía.
Javier Cepero*
El pasado 30 de noviembre, en la Biblioteca de Andalucía de Granada, tuvo lugar la presentación del libro “Política y Psicoanálisis” en un acto organizado por la Sede de Granada de la ELP y La Biblioteca de Orientación Lacaniana de Granada. José Luis Chacón comenzó tomando la palabra para presentar el evento y a los tres intervinientes del acto: Oscar Strada, miembro de la ELP y la AMP y compilador del libro, Eduardo Velázquez, Psiquiatra Forense y socio de la Sede de Granada de la ELP y Lilian Bermejo, profesora titular de Filosofía de la Universidad de Granada y secretaria general de Podemos en Granada de 2018 a 2021.
O. Strada relató el origen de ZADIG en 2017 a instancias de Jacques-Alain Miller para contrarrestar el ascenso de la extrema derecha en las elecciones presidenciales de ese año en Francia. Esta iniciativa constituía algo inédito en el psicoanálisis contemporáneo. La creación de ZADIG invitaba a los psicoanalistas a estar a la altura de la subjetividad de la época y a articular, junto a otros saberes, psicoanálisis y política. El blog de ZADIG recibió, en el marco de la pandemia, numerosos artículos. A finales de 2021se decidió realizar una selección entre todo lo publicado de 2017 a 2021 para confeccionar el libro “Política y Psicoanálisis”.
También señaló que ZADIG tiene sus antecedentes en la historia del psicoanálisis y expuso un sucinto y preciso recorrido del interés de Lacan por la dimensión política, con su afirmación “el inconsciente es la política” en el Seminario 14 o con su escritura del discurso capitalista en 1972 y recordó que ya en 1909 A. Adler, en la Asociación Psicoanalítica Vienesa, realizó una ponencia sobre “Marxismo y Psicoanálisis”. El mismo Freud en 1921, en “Psicología de las masas y análisis del yo”, afirmaba que la psicología individual es, desde el comienzo, psicología social. Freud, además, en 1918, tras la 1ª Guerra Mundial, invitó a los psicoanalistas a formar clínicas de atención gratuita, y efectivamente se creó una Clínica Psicoanalítica en Budapest, después el Instituto Psicoanalítico de Berlín o el Instituto Psicoanalítico de Frankfurt que O. Strada consideró el antecedente directo de ZADIG, donde los psicoanalistas se reunían con profesionales y pensadores de otros saberes.
El inconsciente es transindividual, es el discurso del Otro y el Otro es también lo político. Para el psicoanálisis el sujeto está dividido, en las democracias la verdad también lo está, pero no es así en los sistemas dominados por un pensamiento único, donde no se quiere esa división, por eso el psicoanálisis sólo puede prosperar en un sistema democrático.
L. Bermejo calificó su experiencia política como un proyecto cuyo inicio estuvo marcado por la “ilusión” y un final juzgado por ella misma como “traumático”. Su idea de una política de “abajo a arriba”, como “espacio de encuentro” y “heredera del 15-M” intentó llevarla a cabo en un momento de “impasse” de Podemos en Granada; para ello se creó un espacio asambleario que se denominó “Granada se Encuentra” cuyo final calificó de “triste”. Su posición actual es “pesimista” respecto a la política institucional y de partidos, no así en lo político en cuanto a los movimientos sociales y ciudadanos.
Frente a la dicotomía entre la Filosofía política “realista” basada en la organización de los recursos para el mantenimiento de una seguridad y un orden social y la Filosofía política “moralista” de raíces kantianas, L. Bermejo propuso un “minimalismo político” basado en el ejercicio de una “racionalidad prudencial colectiva” como práctica de acomodación que desarrolla los mejores planes posibles para alcanzar una serie intereses de una comunidad y acorde a los medios disponibles.
E. Velázquez tomó la cuestión de la verdad en Psicoanálisis en su referencia al inconsciente y al goce. La verdad se puede interpretar, desvelar, en relación a la dimensión inconsciente del sujeto, pero siempre queda un resto imposible de decir, el goce. Hay, por tanto, una separación entre la verdad y el goce. En el discurso capitalista, planteado por Lacan, las palabras, en su dimensión de verdad, no son las que comandan. El sujeto inserto en él rechaza las determinaciones del Otro, hay un cortocircuito que permite al sujeto acceder al goce de forma directa con el empuje consiguiente a la pulsión como pulsión de muerte. Se puede percibir actualmente que esta cuestión ha afectado tanto a políticas de derechas como de izquierdas, por ejemplo, en la cuestión trans, el cambio climático o las políticas económicas de producción y consumo.
Siguió a la intervención de la mesa un animado debate que giró en buena medida en torno a la cuestión de la “ilusión” generado por el 15-M y por el proyecto de Podemos y la desilusión posterior. Se planteó la posibilidad de una “ilusión docta” o “advertida”. A pesar de las diferencias entre el campo de la política y el psicoanálisis, lo que anima a ambos es el deseo, mutable y evanescente, ¿cuánto hubo de caída del deseo en el desencanto referido? Se abordó también la cuestión del goce como lo más difícil de pensar y de abordar por la propia izquierda cuando algo de lo pulsional emerge en el seno de sus proyectos.
Deseo y goce, de nuevo, en la intersección de la política y el psicoanálisis.
*Psicólogo clínico. Socio de la sede de Granada de la Comunidad de Andalucía de la ELP.
Fotografía seleccionada por el editor del blog.
