El infierno de la obviedad

Rosa López*

Joyce cuenta en Stephen Hero que “Estaba decidido a luchar con todas las fuerzas de su alma y del cuerpo contra todo lo que se pareciera a lo que ahora consideraba el infierno de los infiernos, la reacción en la que todo resulta obvio”
W H Auden finaliza su poema Cattivo tempo con el siguiente verso “cambiará el viento, engañando al infierno con la obviedad humana”.

La obviedad es un dicho que se hurta del discurso oral o escrito porque todo el mundo lo da por supuesto y no es necesario explicitarlo. Enorme coartada para dejar fuera de los acuerdos institucionales cuestiones tan primordiales como la violencia de genero.

El líder de la derecha española utiliza esta coartada para justificar su decisión de someterse a las condiciones que la extrema derecha negacionista (valga la redundancia) le impone para gobernar. «La existencia de la violencia machista es una obviedad” que no hace falta registrar por escrito en el programa. Pretende “engañar al infierno con la obviedad” (Auden) cuando lo que consigue es meternos a todos en “el infierno de los infiernos que es la obviedad” (Joyce)
Por su parte, la extrema derecha hace su trabajo sin contradicción alguna. Explicitando como quieren que sea el mundo cambian el termino jurídico-político “violencia machista” por el de “violencia intrafamiliar” lo que les permitirá omitir que algunas mujeres son asesinadas por el hecho de ser mujeres y además les recortara el derecho a abortar.
El flamante presidente del parlamento Balear, miembro de la ultraderecha VOX, estrena su función con estas frases: “En España entre hispanos y africanos no está claro dónde acabará la cosa, pero sí que los nativos estamos cada vez más en peligro de extinción” y “Las mujeres son mas beligerantes porque carecen de pene”
Madrid se despierta con un edificio de su arteria principal cubierto por una enorme lona (la lona del odio) en la que bajo el lema “Decide lo que importa” se ve como una mano con la bandera de España arroja a la basura los símbolos de los colectivos LGTBI+, del feminismo, de la agenda 2030 para la conservación del planeta, del comunismo, el independentismo y desde luego de la emigración. Tras los símbolos están las personas. ¿Cuantos millones de personas serán tiradas a la basura? Hay que reconocer que son muy claros mostrando sus intenciones, lo preocupante es que solo alarman a unos pocos (entre los que me cuento). Su discurso ya forma parte del sentido común de los españoles. El terrible y peligroso sentido común que el psicoanalisis, desde Freud, tuvo que romper para dar lugar al sujeto del inconsciente y a la invención de una clínica en la que la palabra nunca es una obviedad. Nada peor que el sobre entendido para un psicoanalista que si algo sabe es que el ser hablante es hijo del malentendido y el equivoco.

Hablando de Freud, quiero recordar brevemente su historia. Murió en 1939 en Londres, ciudad en la que se exilió contra su voluntad por su condición de judío enfrentado a la amenaza nazi. En el transcurso de su vida conoció dos mundos completamente diferentes, el mundo de sus padres sostenido firmemente por la fe en la razón, el sentimiento de seguridad y la ilusión de un futuro prometedor. Creían que las conquistas de la ciencia y las virtudes del nuevo capitalismo llevarían a la humanidad a su grado más alto de tolerancia y conciliación, dando por supuesto que al progreso técnico “obviamente” le seguiría un progreso moral igual de veloz. La creencia en un Otro consistente daba un sentido de continuidad a la existencia y hacia inconcebible cualquier recaída en la barbarie . La voz de Freud contrariaba el sentido común de su época anunciando que el brillo de esta civilización era una capa tan fina que en cualquier momento podía ser agujereada por las fuerzas del infierno (volvemos al infierno). La historia no tardó en darle la razón cuando la solidez de aquel mundo estallaba en pedazos con el desencadenamiento inesperado e inconcebible de la primera guerra mundial.
W.H.Auden escribió un poema dedicado a Freud tras su fallecimiento en el que nos dice que que “Sólo se alegró el Odio, esperando aumentar su tarea, y su sórdida clientela que cree curarse asesinando y cubriendo de cenizas los jardines. Sobre su tumba llora de amor el hogar del deseo: Triste esta Eros, constructor de ciudades”

El siglo XX vino a demostrar que el poder constructor de Eros no pudo frenar la fuerza bruta del odio pues la destrucción comandada por la pulsión de muerte (Thanatos), avanzó a través del mundo como una marcha de caballería sin obstáculos.

¿Qué nos depara Thanatos en este momento? Si pensamos que los derechos humanos son una obviedad o que la democracia actual no va a permitir que alguien como Hitler suba al poder, es que nuestra ceguera es incurable.

Termino con una moraleja de la historia. Al concluir la Gran Guerra los franceses construyeron la Linea Maginot siguiendo la ruta de la anterior invasión para prevenir una nueva invasión. Que fácil se lo pusieron a Hitler quien no tuvo mas que limitarse, sin esfuerzo alguno, a rodearla.
Ciframos todo en lo que puede aprenderse y resulta obvio porque es insoportable aceptar lo que escapa al saber: la contingencia y la pulsión de muerte
Así nos va

*Psicoanalista. Miembro de la AMP (ELP).

Fotografía seleccionada por el editor del blog.

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