Omar Battisti y Pierangela Pari*
La escuela […] no pretenderá arrogarse la
inexorabilidad de la existencia;
no querrá ser más que un jugar a la vida.[1]
Este verano hemos tenido una conversación sobre nuestro trabajo, como analistas, en los colegios; de allí parte el texto que presentamos a continuación
El curso escolar comenzará con muchas dudas, pero desde luego con una certeza: seguirá habiendo psicólogos, educadores y pedagogos como antes de la aparición del Covid-19. Entonces, ¿qué ha cambiado? La pandemia ha desenmascarado un ideal de la escuela actual: no hay una fórmula para transmitir el saber, pero la manera en el que cada uno de los alumnos puede acceder a ese saber depende del estilo con el que cada profesor o educador intente transmitirlo. Más allá de la disponibilidad de medios informáticos, esto se ha evidenciado claramente en la enseñanza y atención de emergencia que ha tenido lugar en los meses de confinamiento.
El trabajo didáctico y de atención ha pasado así a hacerse el partenaire, a inventar un modo para que el alumnado con necesidades especiales pueda participar de la vida de la clase, en la creación de una relación más significativa, más importante, que la tecnología utilizada. La relación es, pues, la herramienta de la que servirse para inventar una modalidad de trabajo fundada en lo Real al que el alumno ha de enfrentarse.
El dispositivo de escucha apunta, así mismo, a la relación como herramienta para hacer frente al malestar del alumnado, ya sea con respecto al aprendizaje o al comportamiento. Solamente a través de la relación es posible delimitar una orientación que se ha ido construyendo, también, en un contexto de escasos encuentros presenciales.
La relación como herramienta no es entendida como una técnica a aplicar en función de un cierto resultado, sino como una posición ética que apunta a la construcción de un sistema que pueda recorrerse y permita afrontar aquello que produce el sufrimiento.
Si una de las funciones del dispositivo de escucha es la búsqueda de un tratamiento del sufrimiento, teniendo en cuenta los límites y las coordenadas ofrecidas por la institución, ello implica estar atentos y no dar respuesta directa a la demanda de saber que ha provocado un determinado problema y construir, con el docente o el educador de necesidades especiales, una posibilidad de respuesta que facilite su trabajo con el alumno o con la clase, en general.
Más allá de los principios de autonomía e integración, la función del educador o psicólogo puede ir en el sentido de la interpretación de las dificultades y comportamientos del alumno con necesidades especiales como un modo singular de hacer presente y tratar el padecimiento que le atañe.
El sufrimiento es una dimensión humana y tiene su dignidad; por eso no se lo puede tratar como una debilidad de la que debe desembarazarse, como ocurre cada vez con más frecuencia con aquellos que se aferran a la técnica para resolver cada problema. La técnica, sea un ordenador o un juego, funciona cuando reduce el padecimiento del sujeto.
…está el mar de por medio**
Estas dos dimensiones, la técnica y la interpretación, están íntimamente entrelazadas, pero es difícil mantener viva su relación, sin confundirlas o que se excluyan mutuamente.
Para dar cuenta del sufrimiento es importante considerarlas por separado, pero interrelacionadas. Un ejemplo: un niño inquieto en clase imita a un animal salvaje. Después describe uno de sus videojuegos favoritos en el que el protagonista persigue a un león. No le decimos que su dificultad de atención se deba al videojuego, pero puede entenderse como un medio para tomar la palabra y advertir algo sobre su malestar. Se trata, por tanto, de maniobrar de manera que su decir resuene para él como algo por lo que es alcanzado. De esta forma, el uso del videojuego no explica directamente su inquietud, pero solo la posición de quien escucha puede permitirle tomar la palabra y responsabilizarse. La hipótesis del inconsciente consiste en sostener que algo impide reducir el comportamiento a una causalidad lineal. También en el dispositivo de escucha las dos dimensiones se entrelazan: es verdad que quién se acerca al dispositivo desea ser escuchado y los niños, lo verbalizan sin problema. ¿Cómo escuchar aquello que es dicho, pero sobre todo como escuchar lo que no logra ser dicho?
“Se dice que la puesta en palabras alivia. Un Lugar Alfa es un lugar de respuesta, un lugar en el que el parloteo toma forma de pregunta y la pregunta misma gira hacia la respuesta” [2]
Tanto para el psicólogo como para el educador, en la escuela, se pone en juego una tensión entre el decir y el hacer que puede incidir sobre el padecimiento, dando alguna respuesta a aquello que no tiene freno en la pulsión. También en la labor del educador se pone en juego una respuesta que encuentra como causa estas dos dimensiones a las que nos referíamos. Sin querer tratar el padecimiento, como sostiene Philippe Lacadée en La verdadera vida en la escuela, esta respuesta pasa por la oferta “de las operaciones que puedan permitirles [a los alumnos] manejar simbólicamente las pulsiones que habitan en ellos…y no ser manejados por estas” [3]. Lo que conlleva que el alumno pueda relacionarse con la propia falta, gracias también al trabajo de investigación que sostiene el lugar del educador. [4]
La escuela no debería tener ninguna otra finalidad que la transmisión de saberes. Solamente si se desvincula el saber de una finalidad precisa cada uno podrá utilizar esos saberes según sus propias necesidades y deseos.
*Miembro AMP (SLP) y Participante SLP Rimini
Fotografía seleccionada por el editor del blog.
Traducción: Diego Ortega y José Luis Chacón.
Fuente: https://www.slp-cf.it/rete-lacan-n19-19-ottobre-2020/#art_5
**Nota: Agradecemos a Jorge Jerez Truchi que nos haya señalado que el título y el subtítulo tienen que ver con el refrán italiano «Tra il dire e il fare c’e di mezzo il mare» (Entre el decir y el hacer está el mar de por medio) cuya versión en español es «Del dicho al hecho hay mucho trecho».
[1] S. Freud, Contribuciones para un debate sobre el suicidio (1910). Obras Completas vol. V, Biblioteca Nueva Madrid (1972)
[2] J.-A. Miller, Hacia PIPOL 4, París, 31 de junio y 1 de julio de 2007. Publicadas en Contexto y apuestas del Encuentro. Textos fundamentales. XVI Encuentro Internacional del Campo Freudiano. Web AMP
[3] P. Lacadée, La vraie vie à l’école. La psychanalyse à la rencontre des professeurs et de l’école Editions Michèle, Paris 2013, p.180, [trad. libre].
[4] Franco Lorenzoni, https://www.facebook.com/watch/?v=437440193815846&extid=rBoA7TiEMpuZudGs. [trad. libre]