Lo imposible de soportar en los tiempos del Coronavirus
Jader Andrés Flórez López*
El coronavirus ha generado un despertar de ese sueño llamado realidad por parte de la “Humanidad”[1] y de cada uno. Ahora tendremos que construir nuevas formas de soñar.
Dependiendo de los recursos subjetivos que cada uno tiene para responder a lo real sin ley que escapa del orden simbólico al que se estaba acostumbrado, es posible despertar para seguir soñando o tener un sueño traumático: una realidad-sueño que se repite acompañada de angustia ante lo que no cesa de no ocurrir: el coronavirus.
Cada sujeto ha construido, a su manera, una interpretación ante lo real. Algunos se han hecho a un lugar, a un nombre, a una imagen o a un cuerpo por medio de lo que han tomado del Otro: escuela, universidad, empleo, familia, pandilla, entre Otros. La pregunta es: ¿Cómo responderá cada uno ante las diferentes soluciones que se han derrumbado o alterado por los efectos del coronavirus?
Multiplicación de lo real
Estamos ante una multiplicación de lo real. Lo real del tiempo que no permite saber cuánto durará esta pandemia, cuánto tardará en infectarse toda la población. Lo real de tener un cuerpo que ahora se asemeja a la experiencia de la esquizofrenia: el cuerpo se vuelve algo extraño, algo intrusivo. Lo real del espacio que modifica el lazo social (la cuarentena, el aislamiento), en donde lo nombrado por Freud como lo unheimlich[2] se hace más evidente, es decir, el otro familiar (madre, hermano, pareja) se vuelve un extraño. Ya no es posible el encuentro entre los cuerpos. No más abrazos, besos o darse la mano.
Lo imposible de soportar en lo familiar
Quédate en casa, es el eslogan actual. Sin embargo, es paradójico que para la mayoría, el hogar no sea un dulce hogar, sino que el hogar ha pasado a ser para muchos, una hoguera. El hogar como un lugar donde se presenta lo imposible de soportar.
¿Por qué el quedarse en casa ha generado tanta resistencia, angustia o malestar? Es posible que, el quedarse en casa, implique chocarse con lo imposible de soportar: el cuidado de un hijo, el ser padre, el ser esposo, el vivir con la suegra, con un hermano. Los familiares se vuelven extraños para muchos.
Es posible plantear que hay un intento de nominar, de representar o de vivir, ese imposible de soportar al otro familiar por medio de la creación y envió en redes sociales de chistes, imágenes y videos. Escuchemos algunos: “en el quinto día de cuarentena, me he dado cuenta que mi hijo se parece al vecino”; “es muy duro estar todos los días con la esposa”; “no veo la hora de que mis hijos empiecen a estudiar”; “pásame el cepillo, dice la ella. Él le pasa una pistola”; “todos apoyamos a los casados en esta cuarentena”, “en el día cuatro de cuarentena mi papá acaba de confesarnos que tiene otra familia y necesita ir a verlos”.
No hay forma de evitar, para algunos, lo insoportable de la infancia, de la pareja, de los padres, de los hermanos, entre otros familiares. Este tiempo rompe todas las ficciones, todos los ideales de familia, de pareja, de maternidad, de amor al prójimo. La actualidad nos permite entender lo enunciado por Lacan bajo la fórmula No hay relación sexual.
No hay relación sexual significa que no hay una sola forma- para todos- de conformar una familia, de encargarse de un hijo, de ser padre, de sostener una relación amorosa. Cada uno tendrá que inventar formas soportables de estar con el otro que ya no es tan familiar. El COVID-19 es “un virus del cual hay mucho que aprender”[3], incluyendo el cómo arreglárselas con lo oculto que emergió de lo familiar.
* Asociado NEL Colombia
Fotografía seleccionada por el editor del blog.
[1] Bassols, M., La ley de la naturaleza y lo real sin ley. Disponible en: https://zadigespana.wordpress.com/2020/03/20/coronavirus-la-ley-de-la-naturaleza-y-lo-real-sin-ley/
[2] Freud, S., (1919) Lo ominoso, Amorrortu editores, Vol. XVII, 1976.
[3] Laurent, Eric., CORONAVIRUS: “El otro que no existe y sus comités científicos”. Disponible en: https://zadigespana.wordpress.com/2020/03/19/coronavirus-el-otro-que-no-existe-y-sus-comites-cientificos/